Accésit Premio Internacional de Poesía,
Casa de Teatro, 2000
1
Un rayo
raja la tarde y cae hermoso
como
un clavadista que salta desde la luna
hasta
hundirse en el océano.
Allá
pondrán la noche por el día arrastrada;
y
aquí, asomado a la puerta recién encendida
del
amanecer, veo cómo han mojado la calle
de
los hombres, y pregunto: ¿De dónde ha venido
esta
agua que arrastra susurros lejanos?
¿Es
que anoche estuvo lloviendo?
En
ese instante, un resplandor de voces
acudió
a mi vida, la timidez de un eco
reprodujo
mi pregunta,
y
cuando respondió que no había llovido,
reparé,
entonces, en que esta agua inquietante
había
caído en el futuro. Que en el futuro
llueve.
2
Lejana cerrazón de cielo,
recuerda que
contra ti sube un hueco
cada mil años a
beberte la luz,
como se beben
las nubes la superficie lunar.
Y esta mañana,
precisamente,
olvidaste cerrar
el porvenir
y se te escapó
la lluvia anticipadamente.
Con cuál de tus
argucias esconderás
este prodigio,
antes de deshacer el ojo
de los peces,
antes de que mis pies
inunden tus
pedazos.
Cómo le
explicarás a este niño que te mira
desde la
claridad borrosa del pasado,
desde aquel
amanecer ya destruido,
que todo fue
error de un ángel,
que nada ocurrió ante sus ojos.
3
Una escalera viene bajando;
desde
la estación más sonora del recuerdo
viene
bajando una escalera.
Ya
está frente a mí como ese velo
donde
termina el frío.
Siento
una mano helada tomar la mía.
Un
rostro se descubre y, al hablarme,
su
voz paternal se queda en el espacio
dando
traspiés como los ecos.
Ven
conmigo, subamos la escalera
suspendida
en el aire, para que lleguemos
a
ese sitio remoto donde estarás mañana.
Subí
con él
y
fue como descorrer la madrugada
para
poder mirar, allá abajo, el mundo detenido
en
la burbuja de un instante.
4
A mi
alrededor giraba un satélite
de
temores, algo que por momentos estallaba
en
mil esquirlas de alfileres
y
me cegaba al devolverme la luz.
Allá
abajo estaba el mundo con mi madre
enterrada.
A esta hora mi hermana ya habrá
llorado
mi ausencia, y en el jardín algo mío
empieza
a deshacerse. (Pero eso es solo
vida
en mi pensamiento, lejana y pura.)
Vi
cómo algo sombrío develaba al mundo,
los
goznes de la tierra crujían,
mientras
removían polvo a polvo
las
ciudades.
Los
pájaros, huyendo del vacío,
perforaban
su existencia,
convertidos
en luz.
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